Me levanté, desayuné y encendí mi ordenador. Empecé a organizar mi día, tenía varios proyectos urgentes pendientes. Abrí mi correo y vi un mensaje que me llamó la atención. Inmediatamente supe que hoy no sería un gran día.
«Acceso a la web desactivado».
Rápidamente pulsé sobre el mensaje y lo leí. Abrí mi navegador y comprobé lo que decía. Era cierto, una de mis webs estaba inaccesible.
En el mensaje se explicaba por qué. Había sido objeto de un ataque y tenía varias páginas infectadas.
No era la primera vez que me pasaba algo así, así que ya sabía lo que tocaba [Leer más…]